El TC vuelve, ¡con 43 autos!
Pese a la crisis económica que generó el extenso parate por la pandemia, el Turismo Carretera retoma su campeonato con un parque por encima de la media anual de las últimas temporadas.
Pese a la crisis económica que generó el parate de 6 meses en la industria del automovilismo, el Turismo Carretera (¿contra todos los pronósticos?) reanuda su actividad en San Nicolás con 43 autos en pista. Un parque por encima de la media anual de las últimas temporadas: en 2019 fue de 42,6 autos por fecha, en 2018 de 42,3, en 2017 de 42,2 y en 2016 de 41.
Sí, el TC, la categoría más popular de Latinoamérica y la más antigua del mundo, volvió a demostrar su fortaleza ante una crisis. En estos 187 días sin actividad en pista, los equipos y pilotos estuvieron sin ingresos económicos y con muchos gastos que afrontar. Sin embargo, el retorno será con apenas 2 autos menos con los que empezó la temporada 2020 en Viedma y 4 por debajo de los que formaron parte de la 2ª y última fecha en Centenario, Neuquén.
A medida que se extendía el parate, las gran duda era cuántos participantes podrían retomar el campeonato cuando llegara el momento. Los equipos tuvieron que afrontar los gastos fijos de sus estructuras y los sueldos de los empleados a lo largo de todo este tiempo. Aunque no todos lograron retener la mano de obra calificada de sus plantillas.
Los que vuelven: Nicolás González y Leandro Mulet, que no habían corrido en las 2 primeras fechas de 2020. Los 6 ausentes: Lionel Ugalde, Sergio Alaux, Juan M. Bruno, Cristian Dose, Luciano Ventricelli y Matías Rodríguez, que habían participado al menos en una de las carreras iniciales.
A su vez, tuvieron que reinventarse para poder generar ingresos. Algunos pusieron a trabajar los camiones. Otros atendieron autos de calle en sus talleres de competición. Y hasta sumaron tareas de herrería para darles ingresos a los empleados.
Ante la crisis financiera, la ACTC armó un plan económico para reducir los costos y alivianar el panorama de los protagonistas. Es que los pilotos, a su vez, perdieron el apoyo publicitario de empresas que también se vieron golpeadas económicamente por la contracción que impuso el extensivo aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Un escenario complicado para una actividad costosa como el automovilismo, y en este caso el TC. Vale como dato saber que en el arranque de la temporada, poner un auto de la “máxima” en pista significaba invertir entre entre 900.000 y 1.600.000 pesos por carrera.
El promedio anual en 2019 fue de 42,6 autos, con un pico de 49 en Rafaela. En 2018 hubo 42,3 por carrera, siendo 45 la cantidad máxima en una fecha; en 2017 fue de 42,2 con un techo de 46; y en 2016, 41.
Algunos pilotos avisaron que hacen el esfuerzo para estar en el reinicio, para tener un parámetro real de lo que van a gastar, reactivar la relación con las empresas que los auspician y, así, saber si van a poder sostener la continuidad en el resto de la temporada.
“En principio voy a hacer el esfuerzo y después voy evaluar la continuidad. Porque tampoco sabemos con qué apoyo económico vamos a contar. Las empresas están muy complicadas y tampoco podemos pretender que sigan al ritmo de antes”, le dijo Mathías Nolesi a SoloTC. El planteo del piloto de San Andrés de Giles se replica en otro drivers.
Así que el TC volverá a ponerse a prueba en octubre, con las 2 fechas seguidas el 4 y el 11, para ver si puede mantener el excelente parque que presentó en San Nicolás.