Correr contra el COVID-19
El dinámico escenario planteado por el Coronavirus obliga al automovilismo a lidiar con variables que nunca tuvo en carpeta. La organización de competencias quedó supeditada a la situación epidemiológica del lugar al momento de correr y, las habilitaciones logradas, pueden caerse si se activa el "botón rojo".
El Turismo Carretera y el automovilismo argentino corren desde hace 6 meses contra el implacable escenario del COVID-19 y desde hace un tiempo contra la política autóctona. Ambos rivales son impredecibles, incontrolables… La vuelta del automovilismo estará condicionada por un tiempo por el dinámico escenario del Coronavirus. La organización de competencias estará supeditada a la situación epidemiológica del lugar al momento de correr y, las habilitaciones logradas pueden caerse si se activa el “botón rojo”.
A la ACTC le llevó muchos meses de gestión lograr que el gobierno nacional habilite el automovilismo, algo que logró el 29 de agosto, días después que el mismo gobierno le bajó el pulgar al retorno acordado de palabra con el ministerio de Salud para el 30 de ese mes en La Plata, porque “no estaban dadas las condiciones”.
A partir de ahí comenzó otra etapa: conseguir lugar dónde correr. Porque Nación exceptuó a quienes participen de las competencias del aislamiento social, preventivo y obligatorio, y permitió que puedan transitar por el país. Pero cada gobernación y cada municipio quedó con la potestad lógica de decidir si se puede correr en su jurisdicción y de actuar también en función de la situación epidemiológica local. Y, lo que parecía sencillo, no lo fue.
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Desde el 29 de agosto a esta parte, el Turismo Carretera no pudo conseguir una sede donde correr. Lo intentó hacer el 6 de septiembre en Rafaela, con el aval inicial del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. Pero la escalada de casos en la ciudad (y en la provincia) hizo que en pocas horas quede desactivada esa opción. Incluso el mandatario santafesino tuvo que tomar medidas para controlar la aceleración de casos en la región.
La ACTC volvió a la carga con su intención de organizar eventos en la provincia de Buenos Aires, donde tenía a La Plata y San Nicolás como sedes viables. Hubo una reunión con la jefatura de gobierno bonaerense para habilitar las competencias en la provincia. Y, en el encuentro, se acordó que podrían dar el visto bueno para organizar carreras únicamente en municipios que estén en Fase 4 o 5, previo acuerdo con la intendencia local. De esta manera quedó marginado el circuito platense y se apuntó al nicoleño.
En el boletín oficial del viernes 4 de septiembre, el gobernador Axel Kicillof facultó al Jefe de Gabinete Carlos Bianco a dictar las reglamentaciones necesarias y poner fecha de inicio para la práctica de competencias automovilísticas en la provincia. Este lunes, la ACTC viajó a San Nicolás para avanzar las gestiones con el municipio y poder correr el 13 de septiembre. Algo que quedó confirmado esta tarde, por lo que el TC volverá a competir después de 188 días.
El nuevo escenario
La condición de organizar eventos en ciudades que estén en Fase 4 o Fase 5, impide a la ACTC a planificar sedes a largo plazo. En las últimas semanas varios municipios de todo el país, volvieron a Fase 1 por la escalada de contagios.
A partir de ahora el TC va a tener que lidiar con distintas variables para poder dar cada paso y poder completar su calendario. Porque más allá de gestionar habilitaciones para organizar eventos, va a tener que correr contra el COVID-19, porque si la situación epidemiológica amerita que se levanten los permisos, se volverá a foja cero.
Podés leer el informe completo en la edición digital de agosto de SoloTC.