Murió el Lole Reutemann

Carlos Alberto Reutemann nació el 12 de abril de 1942 en el Hospital Italiano de Santa Fe, hasta donde se trasladaron sus padres Enrique y Flora desde Manucho, una estación ferroviaria perteneciente a la localidad de Nelson situada a 40 kilómetros de la capital provincial, donde la familia vivía en un campo. Allí no sólo aprendió a manejar en un Ford A modelo 29 sino que fue donde tuvo su primer trabajo como tractorista. Hoy, a los 79 años, falleció en el Sanatorio Santa Fe a causa de un progresivo deterioro de la salud provocado por un sangrado intestinal que llevaba unos meses sin una solución efectiva.

En la actualidad se diría que “Lole” comenzó a correr “de grande” porque lo hizo con 22 años, pero con un ascenso constante y exitoso. Fue en el Turismo Mejorado, donde debutó con un Fiat 1500 del equipo Carlos y Américo Grossi. Desde que irrumpió en el automovilismo demostró que tenía cualidades por encima de lo normal. Fue así como enseguida mostró su supremacía y con títulos como respaldo, llegó el momento de correr en el Turismo Carretera.

Aunque el primer equipo en querer contar con él fue el Chrysler a fines de 1967, quien se quedó con sus servicios fue el Ford Motor Argentina, quien lo contrató, recomendado por Oscar Gálvez quien por entonces era asesor del equipo de competición de este, en 1968 -año en el que Reutemann se casó con Noemí Bobbio, madre de sus 2 hijas, Cora y Mariana– para ser uno de los pilotos del controversial Falcon Angostado, en una época donde el Turismo Carretera se encontraba en una metamorfosis absoluta. Su debut se produjo el 28 de julio de ese año en Buenos Aires, finalizando 4º.

Claro que la decisión de sumarse a Ford no fue casual. “Decidí correr con Ford en TC porque mi idea era ir a correr a Europa, y el mejor contacto que uno podía tener para competir allá era Ford. Los motores Cosworth dominaban en la Fórmula 1, y en Sport Prototipos la marca ganaba con el GT40. Para mi ambición deportiva, era un paso muy importante”, sostuvo tiempo después el santafesino.

Respecto al automovilismo “Lole” siempre dejó en claro que para él “era un fin” y por eso las decisiones siempre las tomó pensando en ello. Con el Ford rojo, motorizado por el F100 V8 de 300 hp, Reutemann disputó 14 competencias en el TC. Si bien la victoria le fue esquiva, pudo disfrutar del podio el 25 de mayo de 1969 en el Autódromo de Buenos Aires, cuando escoltó a otro Carlos Alberto, a “Il Matto” Pairetti. Aquel 2º lugar fue lo mejor del santafesino en la especialidad (hoy su sobrino nieto, Ian, sigue sus pasos rumbo al TC).

Tras un puñado de competencias en Sport Prototipo con un Huayra-Ford de Heriberto Pronello en ese mismo 1969, llegó el momento de comenzar a demostrar en el Viejo Continente toda su capacidad. Fue en 1970 cuando con uno de los dos Brabham BT 30 del equipo del ACA-SEPAC, bajo la responsabilidad de Héctor Staffa, debutó en la Fórmula 2 en Hockenheim, Alemania. Ello sucedió el 12 abril, día que Reutemann cumplió sus 28 años. Finalizó 10º, pero su carta de presentación cumplió con creces.

Luego de ese año de aprendizaje, tanto de la categoría como de los circuitos, en 1971 el argentino demostró su talento no solo logrando su primera victoria en la categoría en Albi, Francia, sino que fue subcampeón del sueco Ronnie Peterson. Esos pergaminos trajeron consigo el ascenso a la Fórmula 1. Y su primer capítulo fue excelente. El debut fue de local en el Gran Premio de Argentina, el cual se disputó el 23 de enero de 1972. En esa ocasión Lole marcó con su Brabham BT34 la primera de sus 6 “pole position” en la Máxima y recibió la bandera de cuadros en la 7ª posición.

El paso de Reutemann por la F1 fue sumamente destacado, pese a que por mucho tiempo hubo quienes lo cuestionaron… En sus 146 Grandes Premios que disputó en la principal categoría a nivel mundial compitió en los mejores equipos de esta. En Brabham estuvo hasta 1976, disputando 66 pruebas y sumando su primera victoria en Kyalami, sede del GP de Sudáfrica, el 30 de marzo de 1974. Repitió el triunfo en 3 ocasiones.

Luego llegó el turno de Ferrari en donde corrió entre 1976 y 1978 en 34 GGPP (y 1 no participación en Watkins Glen), logrando 5 triunfos. En 1979 defendió los honores de Lotus (15 GGPP) para en 1980 desembarcar en Williams, escudería con la que compitió en 31 pruebas, ganando en 3 ocasiones y peleando el título de 1981 siendo subcampeón del brasileño Nelson Piquet, con el triste legajo dentro del equipo inglés tras no dejar ganar al australiano Alan Jones en el GP de Brasil. Por aquello, y consultado sobre cuál había sido su mejor portazo, Reutemann no dudó en afirmar que fue “con el equipo (Williams), cuando me retiré de la Fórmula 1”.

Varias veces afirmó que su vacío lo encontraba en lo afectivo, que eso era su debilidad. Luego de un tiempo de retirado del automovilismo (compitió hasta 1985 con algunas carreras esporádicas en WRC) tuvo su participación en la política. Fue gobernador de Santa Fe en 2 períodos, el primero entre 1991 y 1995 y el segundo desde 1999 a 2003. Luego de ello ejerció como senador nacional hasta el final.

Cuando se le preguntó qué haría si le quedara un día de vida “Lole” respondió: “Correr en Fórmula 1, manejar el Williams de Mansell, manejarlo 24 horas y después, la muerte”. Hoy, 7 de julio de 2021 quedará signado como el día que Reutemann pasó a la eternidad.