Reutemann, el apellido ilustre que sigue vigente

Por el peso de su historia, hay apellidos que trascienden al automovilismo. Reutemann es uno de ellos. Los lauros de Carlos Alberto lo ameritan. A casi 3 décadas del retiro de “Lole”, otro Reutemann intenta dejar su huella. Se trata de Ian, sobrino nieto del subcampeón de Fórmula 1 en 1981, quien continúa con su ascenso en las divisiones de la ACTC para poder desembarcar en el Turismo Carretera. El santafesino de 18 años habló con SoloTC sobre su actualidad deportiva en el TC Pista.

“El balance de estas 2 primeras fechas es muy bueno. Se sumó experiencia y se trabajó mucho en el auto. Además, de la primera a la segunda fecha se mejoró mucho, así que el balance es muy bueno”, afirma el oriundo de Humboldt, un pequeño pueblo de 5.000 habitantes que se ubica a solo 60 kilómetros de la capital provincial.

Pese a su juventud, es el piloto más joven de todos los rankeados en el TCP, Ian tuvo un debut auspicioso en La Plata (finalizó 2º en la Final tras ganar su serie) y una buena recuperación en Buenos Aires (concluyó 12º luego de partir 28º tras una sanción en la batería). Estos resultados lo ubican en la 3ª posición en el campeonato de la “telonera”, a 19,5 unidades del líder, Martín Vázquez (Dodge).

Para el ascenso al TCP Reutemann apostó por un nuevo proyecto en el equipo SAP Team, donde Claudio Bonadeo es el responsable de la atención del Dodge número 100 y Alfredo “Gardelito” Fernández del motor. “Es todo nuevo, tenemos que ir adaptándonos. Pero es muy importante que se arrancó bien, con un buen funcionamiento, así que hay que seguir trabajando. El objetivo es poder estar dentro de la Copa de Plata y pelear por uno de los 2 ascensos al TC”, afirma el piloto santafesino.

Al mismo tiempo que cursa el último año de la secundaria, el humbolense realiza la escalera teceísta con el propósito de llegar al TC. “Cuando se va avanzando se siente la mayor potencia de los autos, y más nivel en los conjuntos. Eso es lo que más se nota. Está todo mucho más competitivo. Las ventajas que se tiene por ir haciendo el paso a paso es conocer los autos y cómo se corre”, expresa.

Con un apellido ilustre, aunque para él es igual que cualquiera porque “hago mi camino, aunque sé que ser Reutemann influye”, el santafesino sostiene que sigue en su etapa de aprendizaje, considera que el toque que tuvo con Santiago Álvarez (Dodge) el domingo es parte de ello. “Fue mi culpa, reconocí el error, y quedó todo claro”, asegura Ian quien, en sus inicios automovilísticos, tuvo un paso por las Academias Ferrari y Mercedes Benz. “Me sirvió mucho por la experiencia que adquirí, para aprender cosas que después las pude aplicar en cada categoría. Lo que más me dejó es un aprendizaje en cuestiones técnicas y de manejo”, concluye Reutemann quien asegura que compartir el Mundo del TC impacta y que “estar en el TC sería un sueño”. Está cada vez más cerca.