Spataro: “El TC es mi cuenta pendiente”

Emiliano Spataro (47 años) está disputando su 22ª temporada en el Turismo Carretera de una forma muy particular. El de Lanús hace varios años que atiende su propio Ford y cumple los roles de piloto y mecánico al mismo tiempo. Emiliano habló con SoloTC y contó las implicancias, dificultades, beneficios y desafíos que conlleva esta doble responsabilidad. Además, comentó cómo nació su pasión por las 2 facetas del deporte motor y se animó a hablar del retiro, que parece estar muy lejos. Éste es Emiliano Spataro, un devoto del automovilismo.

“Trato de hacer siempre lo mejor tanto arriba como abajo del auto. Siento que cuando trabajo a la par de los mecánicos estoy más confiado. Después de tantos años de automovilismo y de trabajar con los mejores ingenieros de Argentina aprendí un montón. Siempre trato de aplicar en el auto todo lo que incorporé de ellos. A mí me gusta mantener una buena comunicación con mis mecánicos, quiero mostrarles como me gusta trabajar. Ser piloto y mecánico a la vez me permite ver más allá de lo que sucede arriba del auto y puedo tener una mejor relación con ellos”, expresó el de Lanús ante SoloTC.

No alcanzan los dedos para contar los años de Emiliano en el deporte motor. Desde su debut en la Fórmula Honda (1994) pasaron 30 años, de los cuales 22 se los dedicó al TC, entre tantas otras categorías. En la “máxima” se adjudicó 4 triunfos, 10 podios, 13 victorias en series y 1 pole position en 310 carreras.

“En el automovilismo lo que más me gusta es manejar, pero la parte mecánica también me atrae. Mantener los 2 roles me hace estar más comprometido con este deporte y yo con el automovilismo siempre quiero dar el 100%”, le dijo Emiliano a SoloTC.

Spataro y el rol piloto-mecánico

“Trabajé con mucha gente que me enseñó que estar pendiente del auto te puede traer mejores resultados. Tomé como ejemplo pilotos que saben de mecánica porque tienen ese plus. Por ejemplo, Gabriel Furlán, Patricio Di Palma y la familia Bonelli. Siempre me interesó saber un poco más. Creo que si pudiera clonarme haría mi auto yo solo”, expresó Spataro en diálogo con SoloTC.

El automovilismo es uno de los deportes que más gastos demanda. La logística, los repuestos, la preparación, el mantenimiento del auto… No obstante, todavía subsisten pilotos de la talla de Spataro que se desempeñan “a pulmón” y dejan todo de lado para correr en cada fin de semana de carrera.

Emiliano le compró a Nicolás Bonelli la unidad Ford que utiliza desde 2023. De esta forma, el de Lanús entró en el selecto grupo de pilotos que corrieron con las 4 marcas tradicionales (Chevrolet, Ford, Dodge y Torino). Por otro lado, Spataro tiene el control absoluto de lo que sucede con su máquina.

“Yo me ocupo de la supervisión total del auto. Soy un poco obsesivo, quiero que cada tornillo tenga su torque, que el auto aerodinámicamente no tenga deficiencias, todo lo que es alineación y mediciones lo hago yo. La caja y el diferencial lo hago por otro lado por una cuestión de tiempo. Pero todo lo demás lo hago en el taller con mi grupo de mecánicos. Siempre quiero ‘meter la cuchara’ en estos temas”, remarcó Emiliano ante SoloTC.

La deuda de Spataro con el TC

“El TC es mi cuenta pendiente. En todas las categorías que corrí siempre fui muy competitivo y el TC siempre fue la que más me costó, incluso hasta el día de hoy. Mi contextura física no me ayuda a manejar con comodidad, sobre todo ante la falta de dirección hidráulica porque el auto pesa un montón. No es una excusa, yo elegí el deporte y estas son sus reglas. Siempre estoy buscando la forma de llevar el auto lo más rápido posible, entreno muchísimo y ahora que armo mi auto pude desarrollar un sistema de dirección que me permite manejar mucho más cómodo”, manifestó “La Hormiga Atómica”.

Pasaron más de 6 años desde la última vez que Emiliano estuvo dentro del grupo de los 15 de la Copa de Oro del TC. El año 2017 tuvo al de Lanús como protagonista en la “máxima” ya que terminó en la 7ª posición del “minitorneo” (10° en el campeonato) con 2 victorias, en la 6ª fecha (Posadas) y en la 12ª (Rafaela), sobre un Torino del Renault Sport Torino Team. Sin embargo, a partir de dichos resultados, Spataro nunca volvió a ocupar un escalón en el podio.

“De tanto correr el TC tengo lesiones en los hombros que en carrera me duelen un montón. Yo soy muy autocrítico y reconozco que tengo muchísimos puntos por mejorar para estar en un buen nivel en la categoría, pero mientras tenga la oportunidad voy a seguir luchando para estar adelante. El deporte no siempre es ganar, obvio que es lo más lindo, pero implica conocerse a uno mismo y trabajar duro para solucionar las falencias”, comentó el piloto de 47 años.

El fantasma del retiro

Emiliano forma parte de la 3ª generación más longeva de la parrilla del TC. Sin embargo, a sus 47 años está más motivado que nunca con el objetivo de pegar ese salto de calidad que lo devuelva a la lucha por la vanguardia del Turismo Carretera. El de Lanús sabe que la edad es un número y que su dedicación sobre el Ford dará sus frutos más pronto que tarde.

“Pensar en el retiro me angustia. No me imagino abajo de un auto de carreras. No me gusta pensar en eso, aunque sé que cada vez está más cerca. Tendré un montón de años, pero también tengo un montón de ganas y por eso no veo al retiro tan cerca”, le dijo Spataro a SoloTC.

“Me di cuenta que mi vida sin el automovilismo no tendría emoción. Es lo que hace que me despierte todos los días con fuerza y con el ímpetu de querer mejorar. Hoy no me imagino haciendo otra cosa. Voy a manejar mientras pueda y seguiré entrenando y trabajando para estar en óptimas condiciones en cada carrera”, remarcó.

La historia fierrera de Emiliano Spataro

Si existe alguien nacido por y para el automovilismo ese es Emiliano Spataro. La “Hormiga Atómica”, apodo que se le asignó debido a su estatura y velocidad en pista, incursionó desde muy chico en el karting y en 1994, a los 17 años, debutó en la Fórmula Honda. En 1995 ganó el campeonato de la Fórmula 3 Sudamericana Clase light y en 1999 se quedó con el lauro del Campeonato Sudamericano de Superturismos.

Su magnífico palmarés a nivel continental le permitió realizar su debut en el Turismo Carretera el 9 de febrero de 2002 en Mar de Ajó. Aunque se ausentó de la temporada 2003 a causa de problemas económicos, volvió con más fuerza en 2004. Desde aquel año compite ininterrumpidamente en la “máxima”, donde consiguió 4 triunfos, 10 podios, 13 victorias en series y 1 pole position en 310 carreras. Incluso, entre 2007 y 2008, participó del Top Race V6 representando a Racing Club y obtuvo el bicampeonato de la categoría.

Un hombre nacido para el deporte, que encontró el amor entre chapas, motores, caucho y olor a aceite. Spataro hoy vive el automovilismo como si recién comenzara a correr. Tal cual lo vivió su tío, uno de los responsables de la pasión fierrera de Emiliano.

“Cuando yo era chico acompañaba a mi tío que hacía Rally de forma amateur. Así creo que se hace el automovilismo. Yo también lo hago de forma amateur. Mi tío trabajaba de lunes a viernes y cuando terminaba el laburo se ponía con el auto de carreras. El viernes enganchaba la máquina al trailer y partíamos al circuito. Cuando hacés el automovilismo de forma amateur bajás el estrés y la presión, entonces el deporte se disfruta más. Trabajar así me trae recuerdos lindos y trato de volcar toda esa experiencia”, sentenció Spataro con SoloTC.

El significado de ser un piloto de carreras

La experiencia es un conocimiento que vale mucho y no puede alcanzarse con dinero. 22 años en el TC no se cuentan solos y Emiliano Spataro conoce muy bien los desafíos y dificultades que conlleva ser un piloto de alto rendimiento. No obstante, es uno de los pocos que conoce el otro lado del deporte, ya que sabe lo que es mancharse las manos para optimizar el rendimiento de la máquina que lleva sobre el asfalto.

“El automovilismo es un deporte muy particular, sobre todo cuando uno se adentra en la parte técnica. Tiene su faceta de ‘escritorio’ que muchos otros deportes no la tienen. Del mismo modo que tiene mucha importancia la parte psicológica, física y la planificación. Vos tenés que sentarte, analizar los datos y conocer tu auto para sacar una puesta a punto óptima. De a poco te va absorbiendo y llega al punto de que todo el día estás pensando en eso”, remarcó el piloto de 47 años.

“El automovilismo, a diferencia de otros deportes, necesita mucha capacitación. Hay que tener en mente muchísimas áreas diferentes y creo que yo, después de tanto tiempo, fui fortaleciendo mis puntos débiles, como la parte comercial y técnica. Incluso hoy pueden ser mis fuertes ya que no soy tan rápido como antes, pero el desarrollo en las otras áreas me permite mantenerme competitivo y medirme con los mejores pilotos del país”, le dijo el de Lanús a SoloTC.