Turismo Carretera

Un artista con todas las letras

Miguel Aparicio es un letrista que trabajó muchos años en el Turismo Carretera pintando las publicidades de autos históricos. Acá les contamos su historia.

Miguel Aparicio se describe en su perfil de Facebook como pintor, letrista, fileteador e ilustrador. Un artista que supo conjugar su amor por su profesión y su pasión por el automovilismo pintando las publicidades de autos de TC en una época donde los trabajos se hacían a mano, de un modo totalmente artesanal.

Aparicio es de Luján, pero está afincado en O’Brien (Buenos Aires) desde hace años. Se inició en la actividad de un modo particular: “Trabajaba en una farmacia, pero un día me rebelé. Armé una mochila, una caja de madera, latas de pintura, pinceles y me fui en moto a trabajar pintando carteles en Mar del Plata”, le contó a SoloTC. Su amor por los fierros lo llevó a volcarse también por esa actividad. “Corrí en motos y en categorías zonales de autos como copiloto. En esa época pintaba algunos autos del TC del Oeste y TC Bonaerense. A mí me entregaban el auto pintado y yo le hacía algunos diseños con fileteado, pero principalmente pintaba las publicidades”, detalló.

Su desembarco en el Turismo Carretera no tardó en llegar. Fue de la mano de Jorge Nicieza quien junto a su hermano Julio crearon el Supertap (más adelante se convirtió en el JC Competición), el equipo más antiguo de la historia del Turismo Carretera.

“En ese entonces, en el equipo corría Juan Ayarza Garré y el auto lo pintaba un operario de la empresa. Pero cuando él me vio me ofreció el trabajo. Luego pinté los Chevrolet de Tito Urretavizcaya y el Pato Morresi”, contó.   

Cupé Ford Oscar Gálvez
Las publicidades pintadas a mano del “Tiburón” de Oscar Gálvez.

Eso fue el puntapié inicial para su ingreso directo al automovilismo nacional. Más tarde lo convocó Guillermo Maldonado para pintar las publicidades de los Fórmula 3 Sudamericana en 1988. “Estuve trabajando mucho tiempo en Brasil. En esa época todavía no había llegado el sistema de plotter, entonces los letristas teníamos que estar al pie del cañón como un mecánico más, porque si se rompía una trompa o se cambiaba una publicidad había que hacer todo en el momento”, detalló Aparicio.

En su retorno al país trabajó en el Supercart, una categoría que se creó en los ’90 y en donde competían las mismas marcas que en el TC. “Ahí trabajé con el Loco Di Palma, su hijo Marcos, pinté los autos de Horacio Paolucci, el de Miguel Ángel Guerra, muchos autos…”.

Cupé Turismo Carretera
Trabajando en la cupé Ford de Genaro Posteraro.

Su última incursión en el Turismo Carretera fue con el Dodge de Oscar Spinello en la década del ’90 cuando el sistema del plotter ya empezaba a ganar terreno.  

Pero su actividad en el automovilismo no se redujo, al contrario. Actualmente es convocado por restauradores de cupecitas o autos que hicieron historia en el Turismo Carretera para que pinte las publicidades con el mismo diseño que tuvieron en esa época.

Entre otros autos pintó la cupé Ford de Oscar Gálvez que bautizó como El Tiburón o el Ford Falcon con el que Oscar Cabalén logró sus últimas 2 victorias en el TC en 1967. Dos de las joyas que pasaron por las manos de Aparicio, un verdadero artista del TC cuya historia merecía ser contada.  

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