Turismo Carretera

El motorista del campeón

Lucas Alonso empezó limpiando elementos en el taller de Wilke y se convirtió en bicampeón del Turismo Carretera con Agustín Canapino.

El motorista Lucas Alonso (37) es una de las piezas claves del equipo de Agustín Canapino. Desde fines del 2017 se incorporó como motorista exclusivo, contratado por Alberto Canapino, en el marco de un plan para centralizar todos los trabajos del auto en el mismo taller. 

El SpeedAgro Racing estrenó el rolo antes de la definición del torneo en Neuquén.

A partir del 2018, el equipo con sede en Arrecifes, incorporó un banco de pruebas, y en la previa de la definición del campeonato 2019 estrenaron un rolo. “Para Agustín y Alberto es una tranquilidad extra porque ven todo el tiempo que al motor se le hace todo lo necesario para que funcione y no se pare”, le contó Lucas a SoloTC

El flamante rolo de los Canapino. También tiene un banco de pruebas en el taller.

“Ellos están permanentemente al tanto, vienen a la sala de motores, ven los elementos que le ponemos al multiválvulas, participan de las pruebas que hacemos… Esto es un plus porque todos sabemos con qué potencia sale el motor antes de ir a la carrera”, agrega el joven motorista. 

Una de cal, otra de arena

Lucas es hijo del reconocido preparador Eduardo Alonso. Su relación con el automovilismo nació antes de finalizar sus estudios secundarios, cuando en los ratos libres se escapaba al taller de Omar Wilke, donde también trabajaba su padre. 

“Al principio arranqué como todos: lavando piezas y haciendo las compras. Para mí, poder compartir tiempo con Omar era un lujo, porque junto a Jorge Pedersoli eran los claros referentes”, cuenta. 

Fue escalando posiciones y a partir del 2007 estuvo al frente del armado de los motores que salían del taller de Wilke, hasta que el fallecimiento del histórico preparador en 2015 lo impulsó a buscar otros rumbos. 

“Lucas es un preparador que no se conforma nunca, un laburante como pocos”, dijo el campeón Agustín Canapino. (Foto: Jorge Marchesin/SoloTC).

La gran oportunidad le llegó en 2016 cuando Laureano Campanera -a quien ya le había provisto motores para su Chevy- lo contrató para sumarse al Donto Racing en la atención de los motores de Matías Rossi, reemplazando nada menos que a Johnny Laboritto que venía de ser campeón con Matías en 2014 y subcampeón en 2015. 

13 años lleva trabajando en el TC. En 2007 se hizo cargo de la atención integral de los motores armados en el taller de Wilke. Su primer cliente fue Campanera.

Bajo su atención, Rossi logró 5 victorias (4 con Chevrolet y 1 con Ford) y quedó a las puertas del título en 2016. Pero antes de la última fecha del 2017 fue despedido… Lucas no tuvo tiempo de lamentarse, ya que Alberto Canapino le ofreció el cargo para reemplazar a Fernando García que al final de esa temporada, y con el título de campeón abajo del brazo, decidió retirarse del automovilismo. 

Alonso se sumó al equipo a fines del 2017. En 30 carreras con el equipo logró 3 victorias y 2 títulos. (Foto: Jorge Marchesin/SoloTC).

“Al Donto tengo que agradecerle 2 cosas: que me hayan contratado en su momento y que me hayan despedido después. Porque eso me dio la oportunidad de trabajar con los Canapino y de consagrarme campeón 2 veces consecutivas. Jamás lo hubiera imaginado”, expresó. 

Es que en solo 2 temporadas con el equipo, Alonso se consagró bicampeón, un logro que muy pocos preparadores pueden ostentar. A los 37 años, se convirtió en una de las piezas claves de una escudería que acumula 3 títulos consecutivos, y que parece tener la receta justa para seguir dominando en el Turismo Carretera. 

Foto principal: Prensa ACTC.

Lucas Alonso fue recibido por familiares y amigos después de la consagración en Neuquén.
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