Historia

El día que Minervino entró en la historia del TC

El 11 de marzo de 1990, Luis Minervino logró el primero de los 9 triunfos en el Turismo Carretera. Fue en Buenos Aires, después de una gran remontada.

“Para ganar hay que tener coraje”, le dijo Luis Minervino al cronista de El Gráfico.  Un rato antes, el domingo 11 de marzo de 1990, Patita había ingresado en la galería de ganadores del Turismo Carretera. Fue en la 2ª fecha del campeonato, en el autódromo de Buenos Aires, en una increíble remontada después de largar 10°. Superando a pilotos de la talla de Roberto Mouras, Emilio Satriano, Antonio Aventin y Johnny De Benedictis, entre otros.   

El piloto, oriundo de Chacabuco, había debutado en la “máxima” en julio de 1988 en Balcarce, a bordo de un Chevrolet pintado con el número 168. No lo sabía, pero ese día en La Barrosa, iniciaba un romance eterno con los hinchas de Chevrolet. Un amor que hoy en día se mantiene inalterable.

A Minervino le sobraba coraje, pero le faltaba presupuesto. De hecho viajó al “Gálvez” con la Chevy azul (faltaba un tiempo para la famosa Diabla) con muy pocas publicidades, y gracias al apoyo de un grupo de amigos que le prestó cerca de 800 dólares para que pudiera formar parte de la carrera.  Quería revertir el pálido estreno de temporada en Santa Teresita donde no pudo largar la Final por la rotura del motor en la serie.

Patita clasificó 6° a 0s448 del Toro Mouras (Chevrolet). Entre ellos se ubicaron Tony Aventin (Dodge), Ernesto Bessone (Chevrolet), Carlos Garrido (Chevrolet) y Oscar Aventin (Ford). Un trompo en la 3ª serie le impidió pelear por la victoria en la selectiva con Bessone. Pero lo mejor estaba por llegar.

Luis Minervino y Roberto Mouras
Minervino peleando mano a mano con Mouras. Atrás, Satriano. (El Gráfico/Historia TC)

Largó 10° y a base de ese coraje que él ponderaba, llevando el auto de costado por todos lados y con dos enormes maniobras de superación en la horquilla sobre Satriano y Mouras (que completaron el 1-2-3 de Chevrolet), logró un triunfo impensado hasta un rato antes. Así, no solo inscribía su nombre entre los ganadores del TC, sino que además cortaba una sequía de 7 carreras sin victorias para la marca del moño dorado.

“Que de la mano de Minervino, todos la vuelta vamos a dar”, fue el grito de los hinchas del Chivo que, a modo de agradecimiento, coparon el box de Patita para ovacionarlo como se merecía. “¡Qué alegría en los hinchas de Chevrolet! Me imagino lo que debe ser Chacabuco. No sabés que peso me saqué de encima. Cumplí. No sabés lo importante que es eso…”, cerró el flamante ganador.

No fue el único éxito que alcanzó en sus 253 carreras en el Turismo Carretera. En total acumuló 9 victorias, 20 series, 33 podios y 3 pole positions.  Además fue subcampeón en 1995 y 1996. Su último grito fue en 1998, también en Buenos Aires. Después le dio paso a su profesión de motorista, donde también tuvo éxito. Pero lo más importante es que hasta hoy sigue ligado a la “máxima” como preparador de la Chevy de Juan José Ebarlín. Porque como una vez le dijo a SoloTC, “jamás me voy a retirar del Turismo Carretera. No puedo digerir esa palabra…”.

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