Especiales

Lizeviche: “Mi viejo fue un teceísta de ley”

Antonio Lizeviche (h) recordó junto a SoloTC a su padre que falleció en 1980 en un trágico accidente junto al boxeador Víctor Galíndez.

Al colocar el nombre de Antonio Lizeviche en Google, la gran mayoría de los resultados de la búsqueda remiten al trágico domingo 26 de octubre de 1980 cuando perdió la vida junto a su acompañante, el campeón del mundo de boxeo Víctor Galíndez, al ser arrollados por el Ford de Marcial Feijoó en la Vuelta de 25 de Mayo.

Claro que esas búsquedas refieren en gran medida –y hasta con cierta lógica- a la figura de Galíndez, 2 veces campeón del mundo, que apenas 1 año antes había conseguido la corona de semipesados ganándole por abandono al estadounidense Mike Rossman.

Pero este artículo apunta a recuperar a la figura de Lizeviche. Para eso, SoloTC habló con su hijo Antonio, quien describió a su padre como “un teceísta de ley” que  llegó a la categoría en 1970 para manejar un Torino, en pleno auge de la marca, que durante esos años logró sus únicos 5 títulos.

Con el paso de los años, el misionero de Oberá se convirtió en un hombre fuerte de la ACTC. Desde la llegada de Octavio Suárez a la presidencia de la entidad teceísta, Lizeviche fue el tesorero de la institución, cargo que ocupó hasta el día de su muerte.

Antonio Lizeviche
Lizeviche logró 2 podios en su paso por Dodge desde 1974 hasta 1977.

“Mi papá formó parte del TC en épocas difíciles, en plena dictadura militar. Una época muy fea donde tenían que ir a golpear la puerta de los cuarteles para que los dejaran correr en la ruta, sobre todo porque los militares las querían prohibir”, le contó Anthony a este medio.

Luego de su paso por Torino, Lizeviche pasó a Dodge en 1974. Con la marca de la pentaestrella logró sus 2 primeros podios: el 25 de agosto del ’74 finalizó 2º en Laboulaye detrás de Jorge Martínez Boero (Chevrolet). El 7 de septiembre del ’75 fue escolta de Héctor Gradassi (Ford) en Pergamino.

A fines de 1977 pasó a Chevrolet, marca con la que corrió sus últimos años en el TC. Con la Chevy alcanzó su tercer y último podio en la “máxima”: otro 2º puesto el 2 de febrero de 1979 en el autódromo de Buenos Aires detrás de Miguel Atauri (Dodge).    

La tragedia como destino

Víctor Galíndez era un fanático de los autos. Aún en la cúspide del boxeo mundial, soñaba con convertirse en piloto. “Correr es como volar”, decía. Si no tenía miedo arriba de un cuadrilátero, mucho menos lo iba a sentir arriba de un auto de competición a más de 200 km/h. Esa adrenalina quería sentirla, al menos una vez en su vida.

“Víctor llegó a nosotros a través de un amigo en común que tenía con mi viejo. Él había peleado por última vez en 1980 y un médico en Argentina le dijo que si no dejaba el boxeo se iba a quedar ciego, porque tenía desprendimiento de retina”, recordó Nito.

Por entonces, Lizeviche padre estaba en Estados Unidos por negocios. Así que el primer acercamiento fue a través de Nito, que era habitual copiloto de su padre.

Lizeviche Galíndez TC
Lizeviche y Galíndez en la carrera de 25 de Mayo. (Foto: Historia TC)

“Él era fanático de Chevrolet y quería correr sí o sí. Pero le aconsejé que antes de subirse como piloto hiciera algunas carreras como acompañante. Aparte no le iban a dar la licencia tan fácilmente, por más que fuera Galíndez. Entonces le sugerí que corra 2 o 3 veces como copiloto, y luego hiciera la prueba de suficiencia”, recordó.  

La carrera en 25 de Mayo estaba programada para el 19 de octubre. Pero la lluvia la pospuso para el siguiente fin de semana. La dupla finalizó en el 11º lugar de la primera serie que los relegó al 23º puesto de la grilla de la Final.

“Si Dios quiere, hoy será un día inolvidable en su vida”, dijo Lizeviche a los medios, haciendo referencia al debut oficial de Galíndez. Nadie presagiaba el peor final… La carrera para ellos duró apenas 6 kilómetros debido a una falla en la caja de cambios que había aparecido en la serie.

Mi papá formó parte del TC en épocas difíciles, en plena dictadura militar. Una época muy fea donde tenían que ir a golpear la puerta de los cuarteles para que los dejaran correr en la ruta, sobre todo porque los militares las querían prohibir”.
Antonio Lizeviche (h) a SoloTC

Lo que vino después es conocido: Lizeviche y Galíndez decidieron volver caminando hacia los boxes. Algunos testigos afirman que lo hicieron muy cerca de la cinta asfáltica, Nito Lizeviche afirma que eso fue mentira. Lo cierto es que el Ford de Feijoó entró en trompo y los atropelló a ambos. Según el informe oficial, murieron en el acto.

“Estoy seguro que de no poder evitar la muerte, mi viejo hubiera preferido morir arriba del auto. Fue una fatalidad. Víctor y mi viejo eran excelentes personas. Yo elijo creer que Dios los juntó ese día para llevárselos a los 2 juntos…”.

Volver al botón superior