Historia

La historia del Fairlane, el modelo de Ford que revolucionó al TC

Lo estrenó Norberto Bressano, pero fue el Pupi Angeletti quien lo llevó al éxito. Aerodinámicamente superior al resto, fue prohibido por la ACTC. Corrió por última vez en el TC Mouras.

El Ford Fairlane tuvo un corto paso por el Turismo Carretera, pero suficiente como para dejar su sello y quedar arraigado en la memoria popular de los teceístas. Apenas un puñado de años donde el modelo fabricado en Argentina por la Ford Company se convirtió en el “cuco” de la categoría, especialmente en 1989 donde, bajo la conducción de Oscar “Pupi” Angeletti logró 4 victorias y peleó el título hasta la última fecha. El primer éxito llegó el 11 de junio en el autódromo de Buenos Aires.

Su historia en la “máxima” se inició 2 años antes, en 1987 de la mano de Norberto Bressano. “Yo me había pegado una piña muy grande en Santa Teresita y destruí el Falcon que tenía. Justo en ese momento la Comisión Directiva de la ACTC me propuso armar un Fairlane, un modelo que nunca se había usado. Se aprobó por Asamblea, nos gustó el desafío y arrancamos”, le contó el expiloto a SoloTC. Para encarar el proyecto le compró un auto de calle a Pancho Alcuaz que tenía una agencia y le colocó un motor Ford 221 SP. El estreno se produjo el 13 de septiembre de 1987 en Junín.

En 1988 el auto pasó a Esteban Fernandino (h) y pasó a tomar protagonismo. El 1 de mayo, por la 4ª fecha del torneo en Las Flores, el Chango arribó 4°. Ese fue el primer buen resultado que tuvo este modelo que Fernandino utilizó solo 3 carreras en la temporada. Pero lo mejor llegó en el ’89 con el Pupi Angeletti que volvía a dar que hablar en el Turismo Carretera luego del título conseguido con Dodge en 1986.

El Pupi dejó atrás su etapa con la marca de la pentaestrella y armó otro Fairlane desde “cero” seducido por el rendimiento que había tenido Fernandino el año anterior. Y no se equivocó. Porque “La Ballena”, “El Buquebús” o “El Jumbo”, como habían apodado  al auto, tenía un potencial enorme. “Después de muchos estudios, descubrimos que el Fairlane tiene mejor penetración, más tenida y probablemente transmita con mayor capacidad la potencia del motor al piso”, explicó antes del debut Jorge Angeletti, su hermano.

Fairlane Bressano
Bressano a bordo del Fairlane el día de su estreno el 13 de septiembre de 1987 en Junín. (Roberto Runzio)

Solo le hacía falta que lo arme un conjunto homogéneo para demostrar sus virtudes en la pista. Para eso, Angeletti, en el taller montado en su fábrica de Burzaco, se encargó de convocar a grandes especialistas: Omar Wilke, Rubén Berdejo, Juan Carlos Benavídez y asesoramiento del Polaco Herceg. Quería ser campeón con el Fairlane y quedar definitivamente en la historia grande del TC. Y estuvo muy cerca de poder lograrlo.

Debutó con ese modelo en la 3ª fecha en Balcarce, finalizado en el 10° puesto. Tres carreras más tarde llegó el primer éxito, el 11 de junio en el “Gálvez”. Repitió en la 10ª fecha en Junín y la 12ª en 9 de Julio. Llegó a la última fecha con buenas chances de llevarse el título en Tandil. Tenía que llevarse la victoria y esperar que Oscar Castellano (Ford) no llegara a ver la bandera a cuadros. Obtuvo su 4ª victoria de una manera épica: corriendo los últimos kilómetros con la rueda delantera izquierda en llanta. Pero no le alcanzó para arrebatarle la corona al Pincho.

Al Fairlane lo había hecho todo yo, en ese auto había muchas horas de trabajo y mucho cariño. Pero bueno… Antes de la última carrera ya me venían diciendo: “Dejá ese auto”. Estaba Juan Carlos Deambrosi de presidente. Ellos tenían sus razones. Si comenzaba la temporada ’90 con el Fairlane, le sacaba 100 puntos al 2° en el Campeonato. ¡Si en Tandil había ganado en tres ruedas!
Oscar Angeletti

Ante semejante poderío, la ACTC recurrió al reglamento para desalentar el uso de este modelo estableciendo que todos los autos debían usar los elementos originales como venían en serie. “Entendí que la dirigencia no quería saber nada con este auto. No tengo dudas que si yo seguía con ese auto iba a seguir ganando carreras y campeonatos. En su momento fue un sabor amargo, pero después vas entendiendo que se pudre la categoría si un auto gana todas las carreras”, le contó Angeletti a STC en una nota publicada en 2008.

Del TC Pista a la desaparición

La participación del Fairlane en el Turismo Carretera se fue discontinuando. El último registro que se tiene es de la carrera del 22 de noviembre de 1992 en Lobos. Una fecha tristemente recordada por el trágico fallecimiento de Roberto Mouras. Ese domingo hubo 2 Fairlane en pista: el de Bressano y el de Eduardo Blaquier, que se lo había adquirido a Angeletti.

Fairlane Acuña
El último en correr con este vehículo fue Emiliano Acuña. (F. Riat/SoloTC)

A partir de la creación del TC Pista en 1995, la dirigencia le dio la chance a los propietarios de los 2 Fairlane homologados para ponerlos a disposición de la categoría telonera. Así fue que Néstor Apella recogió el guante y compró el coche que había pertenecido al Pupi. El saldo fue por demás favorable ya que logró 2 subcampeonatos consecutivos en 1996 y 1997.  “El primer año perdí por un punto con Guillermo Tambucci. Mientras que al siguiente, perjudicado por mi ausencia en una carrera debido al fallecimiento de mi padre, quedé 2° detrás de José Luis Firmani. Esto muestra lo bien que andaba el auto”, le dijo Apella a este medio.  

Después varios se dieron el gusto de manejar un Fairlane en el TCP: Gerardo Belmartino y Mariano Jorge. Entre 2004 y 2005 lo representó Mauricio Muñoz en TC Mouras, y en la temporada 2007 Emiliano Acuña, quien decidió comprar y refaccionar el auto que había sido del Pupi, para darse el gusto que solo tuvieron unos pocos. Ahora, el Ford de Angeletti se exhibe en el Museo del TC.

Bonus track – La definición del título de TC 1989

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