Historia

El día que se bajaron los copilotos del TC

El 8 de mayo de 2007 la ACTC decidió bajar a los acompañantes después del accidente fatal de Guillermo Castellanos. Así se puso fin a una tradición de 70 años.

La trágica muerte de Guillermo Castellanos en la 5ª fecha del campeonato 2007 de Turismo Carretera en Comodoro Rivadavia aceleró la implementación de medidas de seguridad que la ACTC tenía en carpeta desde hacía tiempo. La primera fue bajar definitivamente a los copilotos, la siguiente incorporar los pontones a los autos.

La determinación fue inmediata: a partir de la siguiente carrera disputada el 13 de mayo de ese campeonato en Paraná. A su vez, desde la 12ª fecha del torneo, los autos incorporaron los pontones. Esa fue la primera etapa de un proyecto más global para mejorar la seguridad de los autos.

La trastienda de una decisión

El tema de los copilotos estaba en análisis desde la temporada 2006 luego del accidente ocurrido el 16 de julio en la carrera del TC Pista en Rafaela, donde fallecieron Alberto Noya y su acompañante Gabriel Miller.

Allí la dirigencia de la ACTC planteó por primera vez bajar a los acompañantes. Incluso realizó una encuesta vinculante entre los corredores de ambas categorías, pero en aquel momento el 77% se mostró a favor de la continuidad.

Acompañante TC
La peligrosa acción del copiloto de Osvaldo Duarte tras la rotura de la varilla del acelerador. (Foto: Peter Hamm)

Pero tras la muerte de Castellanos, la dirigencia convocó el 8 de mayo a un grupo de referentes del TC previo a la 6ª fecha en el circuito de Paraná para comunicarles que la decisión estaba tomada: después de 70 años los acompañantes pasaban a ser historia.

Inicialmente la determinación resultó controvertida, incluso por algunos pilotos, esgrimiendo que se rompía con una vieja tradición teceísta y que, a su vez, podía afectarlos en el plano económico ya que muchos acompañantes aportaban parte del presupuesto. Pero no hubo marcha atrás.

El rol de los copilotos en el tiempo

Históricamente la función de los copilotos fue clave. Cuando el TC corría en la ruta, la mayoría de los acompañantes eran mecánicos que cumplían funciones vitales: estaban preparados para reparar cualquier rotura de urgencia, recibían los aros con la información, recargaban el combustible o el aceite en plena carrera y tomaban los tiempos.

Los 29 de octubre se celebra el Día del Acompañante y Copiloto del automovilismo argentino. En conmemoración a la muerte de Daniel Urrutia, copiloto de Juan Manuel Fangio que falleció en un accidente mientras participaban de la Buenos Aires-Caracas en 1948.

Sin embargo, desde que el Turismo Carretera desembarcó definitivamente en los autódromos a partir de 1997, la tarea de los copilotos fue cada vez más reducida. Diez años más tarde, en 2007, cumplían pocas funciones como tomar el tiempo de los parciales y controlar el instrumental del auto.

Copilotos Turismo Carretera
La tarea de los copilotos en carreras de ruta era esencial.

Al punto que la mayoría de los que se subían a la butaca derecha eran auspiciantes que aportaban dinero, figuras públicas ocasionales como políticos y deportistas, o simplemente amigos y familiares del piloto.

En 1997 la ACTC había decidido erradicar para siempre las carreras en la ruta. Una década después bajó definitivamente a los acompañantes en todas sus categorías. Dos decisiones que marcaron una era en el TC moderno, con la firme convicción de que ni el folclore, ni la historia ni la tradición pueden estar por delante de la seguridad.

A lo largo de la historia del Turismo Carretera hubo más de 40 pilotos fallecidos. El primero fue Ernesto Barbetta -acompañante de Pedro Copalvo- en la 1ª etapa del Gran Premio de 1940.

Volver al botón superior