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El desarme del circuito de Potrero de los Funes y el paso del TC

Por decisión del gobierno de San Luis comenzó el desarme del circuito semipermanente que fue modelo en el país y que el TC visitó por última vez en 2009.

El circuito semipermanente de Potrero de los Funes comenzó a ser desmantelado por decisión del gobierno de la provincia de San Luis. De este modo termina la historia de este imponente trazado que fue reinaugurado en 2008, que el Turismo Carretera visitó por única vez en 2009, y que fue utilizado por última vez para una competencia en la temporada 2018.

“El ex circuito Potrero de los Funes, hoy en desuso, pasó a ser una contaminación visual a los atractivos naturales que tiene Potrero como el lago y las sierras. Estamos dando un paso muy importante de libertad. Estamos retirando las rejas y los New Jersey móviles, una demanda que hicieron los vecinos, comerciantes y turistas”, explicó Claudio Poggi, gobernador puntano.

Un poco de historia

El semipermanente fue reinaugurado en 2008 tras una decisión del gobierno puntano de reactivar un circuito que la “máxima” había visitado por última vez en 1987. Una carrera –ganada por Roberto Mouras– cruzada por la tragedia ya que tras un accidente entre Johnny De Benedictis y Jorge Oyhanart los autos se salieron de pista provocando la muerte de 3 espectadores y otros tantos heridos.

Panorámica Potrero.
EL TC corrió en Potrero en 2009. (SoloTC/J. Marchesin)

La “versión moderna” del predio distaba muchísimo del utilizado por el TC en los ’80. Empezando por el hecho de que el gobierno de San Luis invirtió más de 60 millones de pesos para su remodelación y cuyas características permitieron que sea homologado de Grado 2 por la Federación Internacional del Automovilismo (FIA).

Estaba emplazado en un escenario natural, rodeado de sierras y, a diferencia de los autódromos tradicionales que visitaba el TC por entonces, estaba “encerrado” por paredones laterales en casi la totalidad del perímetro de 6.250 metros (superando al de Buenos Aires de 5.651 metros), particularidad que lo convertía en el trazado más largo del calendario teceísta,  y con un ancho de 16 metros, 23 curvas que bordeaban el lago obligando a los pilotos a realizar 50 cambios de marcha.

Así lucía últimamente el semipermanente armado. (SoloTC/G. Giorgi)

Además, estaba equipado con tribunas estructurales alejadas del perímetro de la pista, un hospital con terapia intensiva, quirófano y sala de quemados, y hasta un helipuerto. A su vez, contaba con más de 30 vía de escape. Los pilotos quedaron impactados al visitar este escenario y algunos no dudaron de catalogarlo como el mejor del país.

El idilio duró poco

El regreso del Turismo Carretera a un semipermanente luego de la última visita a la Base Aeronaval de Bahía Blanca en 2002, no alcanzó para generar atracción en el público. Es más, la concurrencia fue de 15.000 personas, 10.000 menos que la carrera disputada 3 meses más tarde en el “Rosendo Hernández” puntano.

Auto roto Moriatis.
Así quedó la cola del Ford de Moriatis luego de pegar contra los muros. (SoloTC/J. Marchesin)

Por otra parte, el paso del TC y el TC Pista por Potrero dejó varios autos rotos, especialmente durante el primer día de actividad donde los pilotos pagaron caro la inexperiencia en este tipo de circuito encerrado por paredones. Entre ellos Diego Aventin, Emanuel Moriatis, Diego De Carlo, Matías Jalaf, Maximiliano Juan y Omar Tanoni. “Es un circuito al que hay que tratarlo de usted“, graficó Oscar Castellano.

Los autos rotos y la floja convocatoria de público fueron los principales factores por los que la ACTC desestimó volver a este circuito. “El regreso a Potrero va a depender en gran parte de los hinchas. Yo escucho a muchos de ellos, si les gusta volvemos y sino…”, había dicho Oscar Aventin (por entonces presidente de la ACTC) durante el fin de semana. Todo un adelanto de lo que ocurriría en los siguientes años…

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