Guaita: prepararse para cumplir su sueños
Sebastián Guaita empezó a ir a los autódromos a los 4 años junto a su papá y soñaba con trabajar en boxes. Hoy es uno de los responsables técnicos del SAP Team y aspira a llegar al Turismo Carretera. La historia del santafesino.
Muchos son los casos en que comienzan yendo de muy chicos a las carreras como público con la ilusión de estar, en algún momento, del otro lado del alambrado siendo protagonista. La mayoría sueña con ser pilotos. Pero también están aquellos que lo hacen imaginándose -debajo- del auto como ingenieros. Ese es el caso de Sebastián Guaita (29 años), quien a los 4 años con su papá Gabriel iba a las carreras de Turismo Carretera soñando con eso y hoy es uno de los responsables técnicos del SAP Team. En el equipo atiendo el TC Pista de Ian Reutemann, la TC Pick Up de Federico Pérez y los autos de la Fórmula 3 Metropolitana.
“Estar en el Mundo del TC es lo que uno aspira desde chico. Cuando tenía 4 años empecé a ir con mi papá siempre a Paraná, Rafaela y todas las carreras que podíamos. Era una religión, preparábamos la carpa y salíamos para el circuito”, le relató el santafesino de Díaz a SoloTC. Fue precisamente en una de esas visitas al TC cuando su papá le propuso a Néstor Riva, por entonces competía en el TC Pista, hacerle la página web. Junto con el entrerriano comenzaron a caminar los boxes.
“Cuando era chico soñaba con ser piloto pero nunca me dejaron correr en karting… Después empecé a ver cómo trabajaban los ingenieros y me empecé a ilusionar con eso. Cuando terminé la secundaria me fui a estudiar Ingeniería a la UTN de Rosario. Nunca tuve otra cosa en la cabeza”, agregó Guaita, quien solo tiene por delante rendir la última materia y presentar el proyecto final para recibirse.
Como en 1999 cuando Néstor Riva le abrió la puerta a la ilusión, fue Franco, su hijo, quien le dio la primera oportunidad. “Cuando estaba en tercer año de la carrera lo llamé a Franco y le dije qué necesitaba para el equipo. Ahí me dijo que precisaba una persona que le analice los datos y se encargue de las cámaras. Entonces ahí hice un curso online en el Instituto de Automovilismo Deportivo (IAD) sobre Adquisición de Datos, ya había hecho uno de diseño asistido en 3D, y ahí me sumé al equipo de Súper TC2000”, contó el santafesino.
En 2017 decidió hacer una pausa para poder dedicarse más a la facultad. “Terminaba de cursar y el viernes a la noche me tomaba un colectivo y me iba a la carrera”, recordó Guaita. Al año siguiente Gabriel Bonavía, titular del Litoral Group, lo convocó para formar parte de su equipo. Allí comenzó su relación con los monopostos, la cual sigue ahora en el SAP Team. “En 2020 me incorporé para trabajar con los autos de la Fórmula Metropolitana y terminé también en el TC Pista y TC Pick Up. Soñado”, dijo.
Respecto de la sensación que vivió su primer fin de semana de TC, Sebastián no duda en describirlo como “único”. “Cuando el auto salió a la pista se me cruzaron muchas cosas por la cabeza. Estuve al borde de las lágrimas. Recordé las noches de dormir en la carpa, de comer el asado del otro lado del alambrado y estar adentro fue una sensación hermosa”, aseveró quien trabaja en TC Pista en el Dodge de Ian Reutemann.
El proyecto del SAP Team también incluye la llegada al Turismo Carretera en 2022, lo que le permitiría a Guaita cerrar un círculo. “Me gustaría llegar como ingeniero recibido. Llegar al TC era algo que si me lo decías hace 5 años lo veía muy lejos y hoy está muy cerca. Será cumplir un gran sueño”, sostiene el santafesino.
Sus técnicos referentes
“El número 1 para mí era Alberto Canapino. Siempre lo admiré y tuve como referente”, asegura Guaita al momento de consultarle a qué técnicos admira. Con formación principal en el IAD, también tiene a docentes de allí como guías. “Cristian Ávila, Guillermo Cruzzetti, Pedro Viglietti -con quien más hablo-, son personas que además de haber hecho cursos con ellos los veo cómo trabajan cada fin de semana y los admiro. Otro al que miro es a Luciano Monti. Miro mucho cómo trabaja el resto de los ingenieros, y veo que en la parte humana son muy abiertos”, concluyó Sebastián, que convirtió su sueño en realidad.