El día que Reutemann debutó en el Turismo Carretera
Carlos Alberto Reutemann debutó en el Turismo Carretera el 28 de julio de 1968 sobre el Ford Falcon “angostado”. En esta nota te contamos cómo llegó el Lole a “la máxima” y por qué fue el puntapié de su exitosa carrera en Europa.

Carlos Alberto Reutemann (1942-2021) es uno de los mayores emblemas del automovilismo nacional. El Lole, como no podía ser de otro modo, soñó en algún momento con correr en el Turismo Carretera y pudo cumplirlo el 28 de julio de 1968 al volante de un Ford Falcon “angostado” del equipo oficial. Te contamos cómo se produjo este debut y cómo lo catapultó a Europa, donde posteriormente Reutemann tuvo una carrera estelar en Fórmula 1.
Nacido en Manucho, una estación ferroviaria perteneciente a la localidad de Nelson situada a 40 kilómetros de la capital de Santa Fe, Carlos demostró una inclinación por los “fierros” a temprana edad. Sin embargo, su 1ª carrera oficial la disputó a los 22 años en el Turismo Mejorado con un Fiat 1500. Si bien empezó de “grande”, su carrera tuvo un ascenso meteórico que no frenaría hasta -casi- tocar el cielo con las manos en 1981, cuando fue subcampeón de Nélson Piquet en F1.
No obstante, Lole sabía que para ello debía pasar por el Turismo Carretera. Fue así como, luego de forjarse una buena reputación en el automovilismo nacional, decidió escribirle una carta al histórico Oscar Gálvez. El Aguilucho en ese momento dirigía el equipo oficial Ford Motor en el Turismo Carretera y el quíntuple campeón de TC fue el encargado de recomendarlo para manejar el extravagante Falcon “angostado”, en un tiempo donde la “máxima” vivía una metamorfosis absoluta.

Reutemann y el TC
“Decidí correr con Ford en TC porque mi idea era ir a correr a Europa, y el mejor contacto que uno podía tener para competir allá era Ford. Los motores Cosworth dominaban en la Fórmula 1, y en Sport Prototipos la marca ganaba con el GT40. Para mi ambición deportiva era un paso muy importante”, sostuvo tiempo después el piloto santafesino. (Leer más…)
El 28 de julio de 1968 se produjo el debut del histórico corredor en el -por entonces- Autódromo Municipal de Buenos Aires (hoy renombrado Oscar y Juan Gálvez). El Ford “angostado” con motor F100 V8 de 300hp lo depositó en el 4° puesto de aquella carrera. Lole sorprendió a propios y extraños por su rápida adaptación a la categoría y su determinante pericia al volante.

El talento desbordaba las manos del santafesino, que tan solo disputó 14 competencias en el Turismo Carretera antes de saltar el charco y comenzar un prolífera carrera en Europa. No obstante, el 25 de mayo de 1969 saboreó el podio con el 2° puesto que obtuvo en La Catedral, tan solo por detrás de Carlos Pairetti.
Formula 1, política y el paso a la inmortalidad
Después de un breve paso por el Sport-Prototipo con un Huayra-Ford de Heriberto Pronello ese mismo año, su gran oportunidad llegó en 1970 cuando debutó en la Fórmula 2 en Hockenheim, Alemania, sobre un Brabham BT 30 del equipo del ACA-SEPAC, en aquel momento dirigido por Héctor Staffa.

Posteriormente Reutemann alcanzó el pico de su carrera al desembarcar en la Fórmula 1. No solo pasó por los grandes equipos de la época: Brabham, Lotus, Ferrari y Williams. También se llevó 12 victorias, 45 podios y 6 pole position en 146 carreras. Aunque lamentablemente perdió el campeonato de 1981 en manos de Nélson Piquet (Brabham-Ford) por solo 1 punto. Si bien es reconocido como uno de los “reyes sin corona” de la F1, lo cierto es que en aquella definición de campeonato fue saboteado por el equipo Williams, cuya relación mermó luego de varios conflictos en pista (y fuera de ella) con su coequipier Alan Jones.
En 1982 compitió por última vez en la categoría “reina”, tuvo un breve paso por el mundial de Rally (WRC) y se retiró en 1985. Después se dedicó a la política y fue gobernador de Santa Fe en 2 períodos: 1991 – 1995 y 1999 – 2003. Cumplido su rol de mandatario provincial se dedicó a ejercer como senador nacional. Reutemann falleció el 7 de julio de 2021 a causa de un progresivo deterioro de la salud provocado por un sangrado intestinal que llevaba unos meses sin una solución efectiva.
¿Por qué le decían “Lole”?
El apodo “Lole” surgió en su infancia. Carlos ayudaba a sus padres, Enrique y Flora, en el campo y siempre quería ver el corral de los porcinos: “Vamo’ a ver lolechones”, decía inocentemente. A partir de entonces comenzaron a llamarlo “Lole” y se volvió un sobrenombre mundialmente conocido.