El bautismo triunfal de “Lalo” Ramos en el TC
Eduardo Ramos logró su 1ª victoria en el Turismo Carretera el 30 de agosto de 1987. Fue en una prueba para debutantes y no ganadores en La Pampa. Recordamos este hito 37 años después.
Eduardo Ramos fue uno de los pilotos más destacados del Turismo Carretera, que brilló en la década del ‘90 y alcanzó el título en 1994. Toda historia tiene un origen y el oriundo de Mechongué escribió sus primeras páginas en la “máxima” en 1987. En su 3ª carrera, una competencia para debutantes y no ganadores en La Pampa que se corrió el 30 de agosto de 1987, Lalo tuvo su bautismo triunfal en el TC.
La 742ª carrera de la historia de la categoría se disputó en el antiguo Autódromo de Santa Rosa, que con el tiempo fue modificado hasta ser el circuito de Toay que se conoce actualmente. Un joven Eduardo, de 20 años, se adjudicó la pole position y largó la Final desde la posición de privilegio.
Aquella carrera tuvo solamente 12 autos en pista y Osvaldo Duarte (Dodge) lideró gran parte de la prueba, tras arrebatarle el 1° lugar a Lalo. No obstante, una falla mecánica provocó su abandono y el de Mechongué heredó la victoria. A bordo de una Dodge GTX que Lalo le compró a Miguel Atauri, con la preparación y los motores de Oscar Castellano, Ramos venció por 1ª vez en el Turismo Carretera a 111,755 km/h de promedio.
El título de 1994
La definición del campeonato 1994 fue una de las más apasionantes de la historia teceísta. Hubo 5 candidatos al título separados por 6 puntos antes de dar inicio a la última carrera de la temporada en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires. Ramos se consagró campeón sumando 225 puntos. Lo siguieron De Benedictis, a 10 unidades, Hernández a 12, Acuña a 18,5 y Satriano a 20. (Leer más…)
La clásica “no ganadores”
Las carreras de “no ganadores” fueron una idea implementada por el Automóvil Club Argentino a fines de la década del ‘40, cuando el TC transitaba sus primeras carreras luego del impasse por la Segunda Guerra Mundial. El propósito era darle a los corredores que habitualmente no eran protagonistas la chance de entrar en la galería de ganadores.
A partir de los ‘60, la “no ganadores” se discontinuó y solo se disputó hasta la mitad de la década. Recién en noviembre de 1975 el TC retomó estas carreras, cuando las cupecitas habían pasado definitivamente a la historia. En los ’80 se disputaron las últimas 9 de este estilo, mayoritariamente en el autódromo porteño. Justamente allí se corrió la última, el 20 de marzo de 1988, con éxito de Vicente Pernía al mando de un Dodge.