Historia

TC: 1968, el año más trágico para el Turismo Carretera

En los 85 años de historia del Turismo Carretera, nunca hubo tantas muertes entre pilotos y acompañantes como en 1968. La Vuelta de Balcarce-Lobería fue el momento más trágico de un año signado por las pérdidas.

En sus 85 años de historia, el Turismo Carretera sufrió la muerte de 125 protagonistas, entre pilotos (72) y acompañantes (53), a raíz de diferentes tipos de accidentes. El 69,6% de esos fallecimientos trágicos (87) se dieron en los primeros 30 años de existencia de la categoría. Sin embargo, el año más luctuoso del TC no ocurrió en esas 3 décadas sino en 1968, cuando 9 “teceístas” perdieron la vida

La temporada comenzó el 10 de marzo en el autódromo de Buenos Aires. Pero el 23 de enero se había conocido la noticia de la muerte de Jorge Mateo, acompañante de Juan Carlos Perkins. El acompañante de Johnny estaba internado desde el 19 de noviembre de 1967. El Torino que manejaba Perkins en aquella Vuelta de Rufino volcó tras chocar -en medio de una nube de tierra- a Norberto Polinori, quien murió ese mismo día.

La Vuelta de Balcarce-Lobería, realizada el 28 de abril de 1968, es la carrera que más vidas (5) se cobró entre pilotos (2) y acompañantes (3) en la historia del Turismo Carretera. Superó a la Buenos Aires-Caracas, donde fallecieron 3. El impacto fue tan duro que el TC debió dejar de correr en ruta -excepto por la Vuelta de Allen- por el resto de la temporada. 

El Torino de Taraborelli
Así quedó el Torino de Segundo Taraborelli y Santiago Bonavento. (Historia TC)

El domingo más trágico para el TC

Jorge Kissling -hermano de Guillermo- debutó ese día en el Turismo Carretera. Lo hizo con un Torino del equipo de Jorge Cupeiro y con Enrique Duplán -habitual acompañante del Gallego – en la butaca derecha. Un problema mecánico (se habló de una punta de eje) hizo que el auto volcara. Al parecer, cayó nafta sobre el escape y eso provocó que ambos murieran calcinados.

El segundo accidente de la Vuelta de Balcarce-Lobería tuvo como protagonistas a Plinio Rosetto y Luis Gargiulo. Un toque entre las ruedas de los autos derivó en el vuelco de ambos coches, que terminaron en un campo lindero. Rubén Barra, acompañante del primer presidente de la ACTC, murió el 30 de abril -2 días después- en un sanatorio de Mar del Plata. 

Segundo Taraborelli y su acompañante Santiago Bonavento, en cambio, fallecieron de forma instantánea. Fue cuando el Torino del piloto de Tres Arroyos se despistó, chocó contra un camión estacionado sobre la banquina y se prendió fuego. En ese accidente, murieron además 3 espectadores

La cupé de Plinio Rosetto
La cupé de Plinio Rosetto, quien sufrió la pérdida de su acompañante Rubén Barra. (Historia TC)

Tres muertes en pruebas

Aunque el Turismo Carretera se recluyó en los autódromos luego del cimbronazo que resultó para la categoría la Vuelta de Balcarce-Lobería, no pudo evitar que ocurriesen más tragedias. El 16 de junio de 1968, Juan Giménez se mató mientras probaba su Valiant en el autódromo de General Roca, en Río Negro.

Carlos Masramón, que había debutado en el TC en aquella misma temporada, y su acompañante Juan Blanco perdieron la vida el 18 de septiembre de 1968. Estaban probando su Torino cerca del aeropuerto cordobés de Pajas Blancas, cuando Masramón perdió el control del coche. La Liebre I chocó contra una columna y se incendió. Ambos quedaron atrapados y perecieron entre las llamas.

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