Rossi y su crudo análisis de la batalla con Canapino: “Ya no podía contenerlo más”
Tras liderar casi toda la Final en San Nicolás y quedar 2° en su carrera N°300, el piloto de Toyota analizó mano a mano con SoloTC el duelo con el Titán, el roce en la largada y sus chances en la Copa de Oro.

Matías Rossi (41 años) rozó la gloria en su carrera N°300 dentro del Turismo Carretera. El piloto del Toyota Camry del Toyota Gazoo Racing lideró de punta a punta la Final de la 12ª fecha en San Nicolás, pero a menos de 2 vueltas del final no pudo contener la contundencia de Agustín Canapino (Chevrolet) y debió conformarse con un 2° puesto que, si bien lo afianza en la lucha por la Copa de Oro, le deja el sabor amargo de no poder cerrar la victoria que necesita para soñar con el título.
“Me brindé en todo momento por querer ganar y lo hice hasta faltando una vuelta y media, que ahí ya no pude más”, le confesó un extenuado, pero satisfecho Rossi en un mano a mano con SoloTC. El Misil había ganado su serie, que fue la que se llevó a cabo con la mejor condición de pista luego de la fuerte llovizna que afectó la primera selectiva y en parte la segunda.
Esa situación en las series, permitió a Rossi largar al frente la Final junto a Canapino, que con su Chevrolet Camaro había demostrado en clasificación que tenía un gran potencial (le sacó 0s471 su escolta).

Con un auto más austero en performance (quedó a 3° pero a 0s638 en la tanda cronometrada), Rossi controló la carrera en condiciones de pista húmeda a puro oficio, pero -como se preveía- sobre el asfalto seco el rendimiento de su rival fue demoledor.
“Al final había una diferencia importante de rendimiento y lo pude contener más. Se me hizo complicado porque nadie lo presionaba, entonces al estar Santero lejos, él buscaba siempre el radio y en esa curva ‘3’ es difícil”, detalló sobre la maniobra que definió la competencia de la 2ª fecha de la Copa de Oro.
El roce en el relanzamiento: “Para mí no pasó nada”

Uno de los momentos más tensos de la carrera fue el último relanzamiento, donde hubo un roce entre los 2 líderes que generó el reclamo por radio de Canapino a los comisarios deportivos (“Fue clarito el toque, me tiene que devolver la posición”, les dijo). Rossi, sin embargo, le bajó el tono a la polémica y dio su punto de vista sobre la fricción.
“Para mí no pasó nada. Son características de los pilotos, él suele manifestarlo así en la radio cuando lo tocan. Nosotros largamos y él va hacia la derecha, me busca a mí al lateral de mi auto. Y después yo voy hacia el lateral del auto de él. Con roce, sí, pero bueno, él vino primero y yo fui después”, explicó con simpleza en su diálogo con SoloTC.
El vaso medio lleno en la lucha por la Copa de Oro
Si bien la victoria es el objetivo excluyente para poder pelear por el título, este resultado es un envión anímico y matemático fundamental para Rossi. El podio le permite sumar puntos gordos y quedar 4° en la Copa de Oro -como uno de los “3 de último minuto”- a 35,5 unidades de Canapino, que marcha al frente. Una victoria en las fechas que restan, ponen al Misil en una posición de candidato.

“Serio candidato no soy porque no hemos ganado, no tenemos los puntos. Pero si miro 2 carreras atrás, no estábamos ni siquiera en los planes de pensar que íbamos a estar 4° en la Copa de Oro”, reconoció el piloto de Del Viso, que se mostró optimista por el salto de calidad de su auto.
Con fe para los “tres tiros” que quedan
De cara a las últimas 3 fechas de la Etapa Regular (Paraná, Toay y La Plata), Rossi confía en que puede conseguir el triunfo habilitante en cualquiera de los circuitos. “¿En cuál me tengo más fe? En las 3. Dimos un salto con el auto, anduvo bien en San Luis, anduvo bien acá. Me parece que el auto está bien”, concluyó.
Un festejo especial en la carrera 300
El podio tuvo un significado extra, ya que se dio en el marco de sus 300 presencias en el TC. “Es una carrera particular, llena de emociones. Es un premio a la trayectoria, un mimo, y haberlo conmemorado con un podio, con la serie y un buen fin de semana, fue muy bueno”, celebró.