Historia

Castellano y su histórico bautismo triunfal en el TC

Jonatan Castellano ganó por 1ª vez el 23 de mayo del 2010 en Rafaela. Un triunfo que “cerró” 2 días más tarde en la histórica caravana por el Bicentenario de la Patria.

El marco en la 9 de Julio era imponente. A metros del Obelisco, Jonatan Castellano, con su inconfundible Dodge naranja, encabezó la fila india de la caravana en el marco de los festejos por el Bicentenario de la Patria celebrados el 25 de mayo del 2010. “Estar acá, largando primero en este evento increíble era algo que jamás imaginé. Ser el primero en esta caravana me llena de orgullo”,  dijo el Pinchito, que apenas 2 días antes en Rafaela había concretado su primer triunfo en el Turismo Carretera.

El reglamento de la 6ª fecha del torneo disputado en el “Óvalo” rafaelino establecía que el resultado de la carrera recién se confirmaría al finalizar el periplo de 22 kilómetros que los autos de TC recorrieron desde el Obelisco hasta San Isidro. No era más que un formalismo. Una forma de comprometer a todos los pilotos a participar de un evento sin precedentes. Nadie quiso perdérselo.

De hecho participaron 40 de los 45 autos que largaron el domingo en el circuito santafesino. A ellos se sumaron otras 9 máquinas históricas. Como las réplicas del Trueno Naranja conducida por el mismo Carlos Pairetti  y la de un Chevrolet de Roberto Mouras, al mando de Gastón Mazzacane. También estuvo Jorge Cupeiro a bordo de su famoso Chevitú.

El pavimento tembló literalmente cuando se encendieron los motores de los 40 autos de TC. A ellos se sumaron los 9 históricos y 20 de TC Pista. Poco antes de las 15 horas, Castellano encabezó la fila ante el ensordecedor grito de la multitud. Según fuentes oficiales, a lo largo de todo el recorrido hubo más de 1 millón de personas acompañando a la caravana.

Pinchito celebra su primera victoria, secundado por Ponce de León y Altuna. Fue en Rafaela, el 23 de mayo de 2010. (J. Marchesin/SoloTC)

Para Jonatan Castellano, en particular, el festejo no pudo haber sido más impresionante. Jamás volverá a celebrar una victoria en la “máxima” ante semejante marco de público. Es por eso que, sin dudas, esta victoria quedará enmarcada como una de las más importantes de su trayectoria deportiva.

En definitiva debió esperar 69 carreras para subirse a lo más alto del podio en la “máxima”. Ya había estado cerca en otras 5 oportunidades, pero por una u otra razón la victoria le había resultado esquiva. Un resultado que festejó especialmente con su papá Oscar. El legendario Pincho, que por entonces se encargaba de motorizar al Dodge atendido técnicamente por Daniel Uranga y Pablo Romera.

“Si el destino no le dio la victoria en otras carreras, seguramente Diosito quiso que la alcanzara en esta fecha histórica”, expresó el Pincho una vez que su hijo cruzó victorioso la bandera a cuadros. La familia Castellano volvía a festejar un éxito en el Turismo Carretera después de 19 años, tras el último logrado por Oscar el 23 de junio de 1991.

El Dodge de Castellano y el resto de los TC por las autopista hacia San Isidro. (G. Cejas)
Volver al botón superior