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Crusitta: “Fue un orgullo pasar de acompañante a piloto”

El 13 de mayo de 2007 se disputó la 1ª carrera de Turismo Carretera sin los tradicionales acompañantes. Gastón Crusitta, ejerció ese rol durante 3 años y hasta se dio el lujo de ser campeón. Para él fue el envión necesario que le permitió impulsar su sueño de piloto profesional.

El 13 de mayo de 2007 quedó en la historia Turismo Carretera. Ese domingo, en el autódromo de Paraná, se disputó la primera carrera sin copilotos. El trágico fallecimiento de Guillermo Castellanos ocurrido 1 fecha antes en Comodoro Rivadavia aceleró una decisión que la ACTC ya tenía en carpeta desde hacía tiempo. La razón pudo más que la tradición.

Los acompañantes habían formado parte de la “máxima” desde la creación misma de la categoría, el 5 de agosto de 1937. Es decir que a lo largo de 70 años se convirtieron en toda una tradición teceísta.

Hay cientos de historias alrededor de estos personajes que a lo largo del tiempo cumplieron diferentes funciones arriba del auto. SoloTC rescató la de Gastón Crusitta, que tiene el honor de ser el penúltimo copiloto campeón del TC.

El Gato se subió por primera vez en forma oficial en la butaca derecha de un TC  el 6 de febrero del 2005 en la apertura del campeonato en Mar de Ajó. Con 17 años formaba parte del staff de mecánicos en el JP Racing (actualmente denominado JP Carrera) y a partir de ese día se convirtió en el acompañante de Juan Manuel Silva (Ford). 

“Yo venía de correr en karting y quería ser piloto, y llegar al TC como copiloto era todo muy loco. Encima nos fue muy bien de entrada, con podios, victorias y después el campeonato. Iba a los autódromos y la gente me pedía fotos y firmas, no lo podía creer. Fue una experiencia muy copada”, le contó Gastón a SoloTC.  

De su primera carrera guarda una anécdota risueña. “Veníamos ganando en Mar de Ajó y se rompió la bomba de nafta. Me quería morir porque me iban a empezar a tildar de mufa, estuve a nada de eso… Pero fuimos a la 2ª en Comodoro Rivadavia y ganamos, así que por suerte la pude revertir. En esa carrera la gente me pedía las fotos y los autógrafos, no lo podía creer”, recordó.

Con el paso del tiempo, la incidencia de los copilotos en los autos de TC fue disminuyendo. En los primeros años quienes se subían a las cupecitas generalmente eran mecánicos que estaban aptos para realizar cualquier tipo de reparación que les permitiera continuar en carrera. Además recibían los aros con la información, cargaban combustible en velocidad plena, tomaban los tiempos, etc.

Sin embargo, en los últimos años, su actividad era cada vez mas acotada. “En el inicio tomaba parciales y los anotaba en una planilla. Después tenía que mirar los relojes y controlar la temperatura. Después apareció la famosa Palm, en la que teníamos que ir apretando un botón en cada parcial para ir marcando el total de la vuelta”, repasó Crusitta.  

A partir del 2007, Gastón se convirtió en el nuevo copiloto de Norberto Fontana, que en esa temporada estrenó el “1” en el Dodge del JP Racing. “Con Norberto estuve las primeras 4 carreras, hasta que nos bajaron. Siempre cuento que el Pato aceleraba en las últimas 5 vueltas. Iba tranquilo, los dejaba pasar, porque sabía que en las últimas 5 tenía el potencial para volver a recuperar la posición. Y Norberto era todo lo contrario, iba a fondo las 25 vueltas, me divertía mucho con él”, contó.

Crusitta con el Ford del Pato Silva.
Crusitta se consagró campeón en 2005 como copiloto de Silva. (J. Marchesin/SoloTC)

Ambos le dejaron muchas enseñanzas que, años más tarde, aplicó en su trayectoria como piloto. Aunque no fue de los únicos que tomó ejemplos. “Como yo trabajaba en el JP iba a todas las pruebas. Y muchos pilotos me pedían que me suba con ellos para anotar los parciales. Me subí con todos los Di Palma, Bessone, un montón. Y de ahí fui tomando un poco de cada uno”, reveló Crusitta.  

La decisión de bajar a los acompañantes se tomó el 8 de mayo, en una reunión entre la dirigencia de la ACTC y un grupo de pilotos referentes del Turismo Carretera. “El día que nos bajaron lo tomé como un impulso para decir ‘ahora  me toca a mí’. Y a partir de ahí empecé a buscar publicidades, le hinché las bolas a la gente del JP para que me den una mano y a mitad del 2007 empecé a correr en la Fórmula 4 Argentina”, repasó.  

Desde allí, Crusitta comenzó a construir su carrera como piloto. En el 2009 llegó al TC Mouras, el primer escalón que pisó en su camino hacia el sueño de debutar en el Turismo Carretera. “En el ‘Mouras’ fui aplicando muchas cosas que aprendí estando en la butaca de al lado. Para mí es un orgullo decir que de acompañante pasé a ser piloto, no debe haber muchos en la historia. Ahora me queda el otro objetivo: llegar al TC”, expresó Crusitta.

No está tan lejos de lograrlo. De hecho ya cuenta con la autorización oficial de la ACTC, y hasta compró junto al SJ Racing la estructura de un Dodge que está en pleno proceso de armado. “Estoy más ansioso que nadie por debutar en el TC. Pero trato de calmarme porque sé que no es fácil. Nos está costando mucho, no solo en el armado del auto, sino con el tiempo, la plata. Hay elementos que compré en enero y todavía no me los entregaron. Las ganas en algún momento me las voy a sacar, estoy mucho más cerca que antes”, cerró.

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