La tensa negociación de la ACTC con los militares por la autofiscalización
Héctor Ríos le contó a SoloTC detalles inéditos de cómo la ACTC logró la autofiscalización en medio de persecuciones y amenazas por parte de la dictadura militar que azotó a la Argentina durante 7 años.
Al Turismo Carretera también le tocó padecer la dictadura militar que gobernó la Argentina desde el 24 de marzo de 1976 hasta la llegada de la democracia en diciembre de 1983. Fueron 7 años sombríos donde la barbarie de los militares hizo estragos en el país. Y en ese contexto, 3 años después de la llegada de los militares al poder, el TC vivió uno de los sucesos más transcendentales de su historia: la autofiscalización. Héctor “Laucha” Ríos, por entonces vicepresidente de la ACTC, le contó en exclusiva a SoloTC cómo fue vivir esa época donde sufrieron persecuciones, amenazas y hasta allanamientos en sus casas.
Corrían los primeros meses de 1979 y la relación entre la ACTC y la CADAD del ACA –que por entonces fiscalizaba las carreras- era cada vez más tensa. Esto provocaba la demora en el inicio del torneo ya que no podían acordar las pautas reglamentarias para ese año.
“Eran tiempos difíciles en los que tuvimos que enfrentarnos a los militares y al ACA, porque nos paraban las carreras… A mi taller llegaron a ir 2 Falcon a buscarme y tanto a mí como a Octavio nos revolvieron toda la casa. Ellos se creían que éramos subversivos, pero a nosotros lo único que nos movilizaba era el Turismo Carretera y queríamos que haya carreras. ”, contó Ríos, que muchos recordarán por haber sido el histórico piloto del auto de seguridad en las carreras del TC desde mediados de los ’90 hasta fines del 2007, era por ese entonces vicepresidente primero de Octavio Suárez.
El Laucha reveló cómo fue la reunión con Albano Harguindeguy, ministro del interior del gobierno de facto, para lograr la autofiscalización y seguir haciendo carreras. “Tuvimos que ir a La Plata a hablar con el General Ramón Camps, que era el jefe de la Policía Bonaerense, y nos apuntaban con ametralladoras. Estuvimos reunidos por más de 1 hora. Ellos hablaron los primeros 15 minutos y nos dijeron que hacíamos carreras cuatreras, que matábamos gente en cada competencia… Pero después nos tocó a nosotros y le explicamos por qué queríamos autofiscalizarnos. Terminaron dándonos el permiso y nos dijeron: ‘muchachos a correr y a portarse bien, porque tenemos una celda VIP en Devoto para ustedes y para el ACA”, recordó Ríos”, reveló Ríos ante SoloTC.
Esa gestión fue determinante para que el gobierno, que por entonces presidía Roberto Eduardo Viola, autorice la independencia de la ACTC. Puertas adentro, en la sede que la entidad teceísta tenía en el barrio porteño de Caballito, se debatió acaloradamente este rumbo. Seguido a eso, el 20 de mayo del ’79 se llevó a cabo la primera carrera controlada por la ACTC en el autódromo de Buenos Aires.
“Nos cuestionaban porque íbamos a ser juez y parte, pero yo me ponía el buzo de competición y me olvidaba de la parte dirigencial, como lo hacían todos los miembros de Comisión Directiva. Dejábamos todo en manos de los Comisarios Deportivos…”, remató el Laucha a modo de repaso de una de las épocas más oscuras del país.
Extracto de la nota escrita por Gonzalo Giorgi en la edición número 87 de SoloTC, publicada en septiembre del 2009.