Alifraco: “Siempre fui hincha de Dodge”
El reconocido chasista y director del Alifraco Sport le confesó a SoloTC su anhelo de armar un Challenger para el Turismo Carretera, aunque aclaró qué necesita para encarar el proyecto.
Con más de 40 años de trayectoria en el automovilismo, Walter Alifraco (63 años) se consolidó como uno de los constructores y preparadores más experimentados y respetados del Turismo Carretera. El titular del Alifraco Sport, que supo llevar pilotos de Ford y Chevrolet, guarda sin embargo una pasión personal por otra marca: Dodge.
Mecánico, motorista, chasista, preparador y responsable de su propia estructura dentro del TC, es uno de esos hombres que respiran fierros desde chicos. Y aunque ha trabajado con distintas marcas a lo largo de su carrera, hay una que ocupa un lugar especial en su corazón.
“Siempre fui hincha de Dodge, así que por ese motivo dije que el Challenger era mi modelo favorito. Le tengo simpatía a la marca. Todavía no me di el gusto de armar uno porque este trabajo depende de muchos factores. Hay que plantear un presupuesto, comprar el auto y la inversión es muy grande. Nunca me arriesgaría a un proyecto así sin el respaldo de algún piloto“, le dijo a SoloTC.
No es casual que la marca del carnero despierte tanta admiración en él. Desde joven, cuando incursionó en la “máxima” como piloto en los años 90’, según él corrió “la mitad de las 140 carreras suyas”, con el carnero. No obstante, a pesar de que su corazón se inclina para un lado, entiende que armar un Challenger desde 0 implica un sacrificio muy grande y sabe que necesita una propuesta seria para comenzar un proyecto de este calibre.
Un sueño atado a un proyecto sólido
Si bien su corazón se inclina por la marca de la pentaestrella, su profesionalismo lo lleva a ser cauto. La construcción y puesta en pista de un Dodge Challenger para la “máxima” no es una decisión que pueda tomarse a la ligera. La inversión económica es uno de los principales obstáculos y, por ello, la viabilidad del sueño depende de la aparición de un piloto que no solo aporte el respaldo presupuestario, sino que también se comprometa con el desarrollo.
La trayectoria de Alifraco demuestra su capacidad para ser competitivo con diferentes modelos y marcas. No obstante, el deseo de aplicar todo su conocimiento y experiencia en el auto de la marca de sus amores sigue latente, a la espera de que se alineen los factores necesarios para convertir esa vieja pasión en una nueva iniciativa en las pistas del Turismo Carretera.