Canapino: crónica del homenaje del alma
Agustín Canapino revalidó el mote de Titán que se ganó por sus gestas deportivas, al sobreponerse del dolor y honrar a su papá Alberto. No solo ganó todo lo que hubo en pista, sino que transmitió entereza a su familia y equipo, legados del exitoso chasista.
El inicio de la temporada 2021 de Turismo Carretera fue especial. La reciente pérdida de Alberto Canapino, días antes de la 1ª fecha en La Plata, condicionó el mundo teceísta y del automovilismo local. El pasado fin de semana, el chasista más exitoso de la categoría iba a darse el gusto de atender los autos de sus 2 hijos, Agustín y Matías, -por primera vez- en un mismo fin de semana (el menor ascendió al TC Pista). También iba a poder ver cristalizado el debut de la Squadra Canapino, el nuevo proyecto de su propio equipo que reinventó para este año. El implacable COVID-19 se lo impidió…
Pero tuvo su merecido homenaje de parte del automovilismo, que era su máxima pasión. “Él era feliz acá, en un autódromo y especialmente en el TC que le dio todo. Así que si él era feliz acá, yo quiero poder estar en todo el tiempo que pueda en este ámbito y honrarlo lo mejor que me salga”, dijo Agustín, que hizo lo que mejor le sale para honrar a su papá: ganó todo lo que hubo en juego durante el fin de semana en el “Mouras”, con un Chevrolet muy sólido.
“Tenemos una muy buena base por todo el trabajo que venía haciendo mi viejo. Terminamos muy bien el año pasado (NdeR: ganó la última fecha de 2020 en San Juan). Mi viejo era tan genio que sin estar acá igual se hace notar”, afirmó el tetracampeón de la “máxima”, que marcó la pole position con 0s669 de diferencia sobre su escolta Julián Santero (Ford). Una brecha que en el TC no se veía desde la 14ª fecha de 2018. El domingo se impuso en su serie y dominó la carrera de punta a punta.
La Squadra Canapino, que tuvo su estreno en esta fecha con la misma base técnica pero con nuevo nombre, main sponsor, estética y horizonte comercial (a cargo de Mauro Medina) mantuvo su sello y no mostró fisuras pese al dolor de sus integrantes. “El plan de trabajo, la estrategia, cómo configurar el auto con la goma nueva y todo lo que hicimos, es lo que veníamos hablando con mi viejo hasta que no pudimos comunicarnos más. Los 2 teníamos el desafío de andar bien en La Plata, que era un circuito que nos venía costando”, contó Agustín.
“Es la carrera más difícil que me tocó ganar y está dedicada al artífice de toda esta Squadra que es mi viejo. Ahora quiero hacerme fuerte y continuar lo que él nos dejó”. Agustín Canapino.
Desde mediados de 2019 el piloto arrecifeño tomó un rol más activo en cuanto a las decisiones técnicas de su Chevrolet y eso se profundizó más cuando Alberto fue sancionado por la CAF de la ACTC y tuvo que quedarse en la casa. “Me encanta todo lo que es la parte técnica, así que leí un montón de libros y lo sigo haciendo. Me gusta aprender sobre todo la parte de ingeniería del auto, lo que es la aerodinámica, de cómo es el trabajo físico de un auto en movimiento…Además lo tengo a mi viejo al lado, que es el profesor número 1, y eso me da un plus”, le contaba Agustín a SoloTC en una de las últimas entrevistas.
Canapino ahora complementará el área técnica con Guillermo Cruzzetti, quien trabajaba junto a Alberto desde 1994 y con quien conformó en 2001 el Canapino Sport (hoy llamado Centro Tecnológico Canapino). El ingeniero electrónico conoce a Agustín desde chico y juntos lograron títulos. “Quiero agradecer a Guille Cruzzetti que me acompañó todo el tiempo desde que se complicó todo…”, dijo el fin de semana el tetracampeón de TC, dejando entrever la estrecha relación entre ambos.
“Sabía que mi papá era un groso, pero no tanto como lo comprobé el fin de semana -dijo Agustín Canapino, que con 31 años asumió en pocos días muchas responsabilidades inesperadas-. No soy ni cerca lo que era él, me va a costar un montón, tengo que aprender mucho. Pero voy a tratar de sacar todo adelante y sobre todo ayudar a mis hermanos, que fue lo que me pidió antes de que lo durmieran…”.
Agustín acompañó en todo momento a su hermano Matías, que debutó este fin de semana en el TC Pista y por primera vez compartieron un fin de semana de carreras -ambos- en el rol de pilotos. Y el joven de 20 años también le rindió un gran homenaje a su padre, ya que llegó 8º en la Final, luego de largar 17º. “Fue una carrera media loca, pudimos aprovechar lo que pasó en la pista y avanzar para sacar un buen resultado. Se lo dedico a mi viejo, esta carrera es para él”, dijo emocionado.
Agustín es un profesional y lo volvió a demostrar. No solo por lo que hizo arriba del auto en el fin de semana de carreras más triste de su vida, sino por cómo se manejó abajo del Chevrolet. Transmitió entereza a su familia, a su equipo y atendió los requerimientos y compromisos.
“No quiero llorar más, ya lloré suficiente. Quiero salir adelante, ser fuerte y continuar lo que él (su papá) nos dejó”, reconoció el campeón 2010, 2017, 2018 y 2019 del TC. El mote de Titán que se ganó por sus gestas deportivas lo revalidó en La Plata al sobreponerse del dolor y demostrarle a su papá, que hará todo lo posible para honrarlo y llevar adelante el pedido que le hizo.